Ciertamente, el estar sin ánimo o motivos para actuar o para resolver algún problema, durante un tiempo preocupantemente prolongado, se convierte en un fastidio que provoca una gran cantidad de actitudes, que muchísimas veces no son buenas.
Me atrevo a decir, que el aburrimiento es, si no el mayor, una de la más frecuente causa de separaciones de parejas, pero también el mayor causante de llevar a niveles alarmantes el uso de vicios. Cuando estamos aburridos bostezamos mucho, nos cuajamos, nos sentimos hastiados, sin ánimo, cansados, inapetentes, desinteresados, empalagados, sin sazón, disgustados, abatidos, amorriñados y nada nos entusiasma.
El estar unas horas o un par de días aburrido es normal en cualquier persona, pero si aparece durante más de una semana, debe ser enfrentado con rigurosidad, porque podría tratarse de una depresión mental, la cual es una peligrosa enfermedad que debe ser tratada de inmediato por un psiquiatra, pues nos puede llevar hasta el suicidio. Por eso hay muchas personas que se refugian en el alcohol y otros vicios buscando respuestas a su aburrimiento.
Debemos de buscar motivos para dejar de estarlo, porque se supone que la vida nos ofrece muchas opciones que debemos aprovechar en todo momento y si no lo hacemos, nos pueden llegar ideas que nos introducen por caminos equivocados. Los cinco sentidos (vista, oídos, olor, sabor y tacto) nos ofrecen millares de oportunidades, las cuales tenemos que aprovechar para nuestro entretenimiento. Ver un juego de pelota, oír una música agradable, oler una buena sartén de frituras o nadar en la playa, se convierten en excelentes motivos para desaburrirnos.
La casa en que habita debe ser un sitio agradable. Si no lo es, ahí puede estar el motivo del hastío. En ella debe haber personas, animales o cosas que nos hagan sentir relajados como su propia pareja, sus hijos, una o más mascotas (perro, gato, cotorra, peces), una computadora, un televisor, un radio, un toca discos, libros, periódicos, una mesa para jugar dómino, ajedrez, dados, parché chino o damas , pero además, que la casa esté situada en un lugar donde se respire paz y no se produzcan ruidos que afecten nuestra salud mental -como un colmadón o una parada de moto-conchos al frente- para poner dos ejemplos.
Si ya probó todo lo que tiene en la casa para entretenerse y sigue aburrido, entonces salga a la calle a tomar aire, porque al hacerlo conocemos a nuevas personas, pero también tenemos la oportunidad de mejorar las relaciones que ya tenemos, pero también podemos ir a eventos en los cuales nos sintamos bien, como asistir a un templo, a una exposición de pinturas o artes manuales, a una presentación artística, teatral, cultural, o caminar en el malecón, o practicar un deporte que nos guste, o jugar ajedrez todas las tardes en el parque Luperón.
No tiene pareja… ¡Juhh!, es posible que ésa sea la causa! porque el dormir, comer y habitar sólo en un lugar no es normal, ni recomendable. No tener con quién conversar, a quién decirle nuestras cosas, nos pueden llevar directo al aburrimiento y luego a una depresión. El ser humano es una criatura hecha por Dios para vivir acompañado y debe tener siempre a su lado a alguien con quien compartir sus penas y alegrías. Por eso: No viva sol@, busque a alguien que le haga compañía. Hay personas que han estado esperando por usted, haciendo cola durante mucho tiempo.
Pero antes, si ha descuidado su cuerpo durante el período de abatimiento, debe mejorar su aspecto personal; vaya al peluquero, compre ropa atractiva, use perfumes sexis, sea más simpátic@. Estoy seguro de que si no se le quita ese ingrato aburrimiento, por lo menos vivirá más feliz el resto de sus días, que ojalá sean muchísimos.
dr-rafaelsantana@hotmail.com
1 comentarios:
Si.
Publicar un comentario